Solo los 3 km del estrecho de Mesina separan Sicilia, una isla tan bonita como escarpada, de la punta sur de la península italiana. Aunque su característica más conocida probablemente sea que en ella se encuentra el Etna, el volcán activo más grande de Europa, Sicilia ofrece un sinfín de posibilidades a sus visitantes. Si te animas a explorarla descubrirás una gastronomía y unos vinos espectaculares, templos antiguos, playas preciosas y una capital que desborda vida.

Los veranos calurosos y los inviernos suaves propios del clima mediterráneo convierten el final de la primavera y el principio del otoño en las mejores épocas para visitar la isla, así que te recomendamos que planifiques tu viaje en torno a esas fechas para disfrutar del sol y el buen tiempo. La manera más sencilla de llegar a Sicilia es volando a Palermo, Catania o Trapani, donde se encuentran sus principales aeropuertos. Si ya estás en la parte continental de Italia, otra opción es coger un tren o un ferry.

La fascinante ciudad de Palermo, con sus influencias bizantinas, arabescas y, por supuesto, italianas, tiene 2700 años de historia. Sin embargo, en muchos sentidos Palermo es una ciudad absolutamente moderna: el arte contemporáneo tiene mucha fuerza, cada poco abren nuevos restaurantes experimentales y algunos de los barrios más decadentes se están convirtiendo en zonas de moda. Un día perfecto en Palermo podría empezar en el Mercato del Capo, un mercado similar a un zoco donde los habitantes locales regatean el precio de la fruta, las verduras, la carne, el pescado y artículos domésticos con los vendedores. Desde allí dirígete a la deslumbrante Cappella Palatina, una capilla bañada en oro que alberga unos mosaicos bizantinos increíblemente intrincados. Si quieres seguir dando rienda suelta a tu lado más cultureta, no te pierdas el Museo de Arte Contemporáneo Siciliano del Palazzo Risso y la Galleria d'Arte Moderna, que se encuentra en un monasterio franciscano del siglo XV.

Italia es famosa por su cocina (y con razón), pero la isla de Sicilia tiene sus propios platos típicos que merece la pena probar. Muchos podrían considerarse comida callejera, ya que pueden comprarse en mercados o en cafeterías con servicio para llevar y saborearse mientras se pasea por la ciudad. Aunque suelen ser bastante calóricos, ¡las vacaciones están para disfrutarlas! La primera especialidad que no puedes perderte son los «arancini»: bolas de arroz fritas rellenas de ragú, mozzarella y guisantes que suelen comerse de un bocado, aunque las del Antico Caffè Spinnato, deliciosas, tienen el tamaño de una pelota de tenis. Los «fritti misti» (pescado variado frito), la «stigghiola» (intestinos a la brasa) y las «panelle» (masa de garbanzo frita) son otros de los sabrosos platos típicos de la isla. Cuando le llegue el turno al postre, es posible que solo te quede hueco para una refrescante «granita», una bebida similar a un sorbete. De ser el caso, asegúrate de probar en otro momento los famosos dulces sicilianos, entre los que destacan los «cannoli» y la «cassata», una tarta de bizcocho con ricotta y frutas escarchadas.

El Etna, el volcán más grande y activo de Europa, se alza imponente al este de Sicilia. Las franjas de nieve de sus laderas y la columna de humo que de vez en cuando desprende su cráter hacen que, desde lejos, no parezca real, pero lo cierto es que de media entra en erupción unas tres veces al año. No te preocupes: se hace un seguimiento estrecho de la actividad volcánica y las zonas peligrosas se cierran rápidamente cuando hace falta. La mejor manera de llegar a la cima es en teleférico, aunque también es posible subir andando desde su base, situada a 1800 metros. Una vez que corones, dirígete a la sofisticada Taormina, situada a la sombra del Etna. Esta ciudad, situada en la ladera de un monte, es un concurrido destino turístico desde el siglo XVIII. Allí podrás admirar unas vistas panorámicas espectaculares, visitar un fantástico anfiteatro griego del siglo III a.C. o tomar algo en sus excelentes cafeterías y restaurantes.

Aunque por toda la isla encontrarás rastros de la civilización griega clásica que una vez habitó la isla, el impresionante Valle dei Templi es una visita obligada para cualquier amante de la historia o la arqueología. El yacimiento contiene la ciudad en ruinas de Akragas, hoy convertida en Agrigento, en la costa suroeste de Sicilia. En el «valle», que en realidad es una cresta ubicada a las afueras de la ciudad, hay siete templos. Entre ellos destaca, sin duda alguna, el Templo de la Concordia, construido en el año 430 a. C. ¡Y no es para menos! Ha permanecido prácticamente intacto más de 2000 años y es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura griega clásica que existen.

En la costa jonia de Sicilia, en la esquina sureste de la isla, Siracusa es todo un espectáculo que no te puedes perder, con sus callejuelas adoquinadas, las ruinas de la Grecia clásica que transportan a otra época, sus «piazzas» repletas de vida y de cafeterías, y los árboles de cítricos que llenan de color sus rincones. Ubicada en plena costa mediterránea, Siracusa es la combinación perfecta de playa y cultura urbana. Echa un vistazo a la selección de alquileres vacacionales que te recomendamos en Siracusa y explora esa zona con tanto que ofrecer. Estas propiedades, entre las que se incluyen villas ultramodernas y antiguas granjas reformadas con mucho arte, pueden hospedar a hasta 24 personas, lo que las hace perfectas para viajes en familia o celebraciones.

Catania, la segunda ciudad más grande de la isla después de Palermo, es una antigua ciudad portuaria que vibra con una energía impropia de los 2700 años que tiene a sus espaldas. Se encuentra en la costa este de Sicilia, en plena base del Etna, y las erupciones del volcán la han destruido en varias ocasiones a lo largo de los siglos. Pese a ello, es todo un ejemplo de resiliencia: no para de resurgir de las cenizas y a día de hoy se la considera uno de los destinos más interesantes de Italia. Si quieres verlo con tus propios ojos, descubre las villas en Catania que hemos seleccionado para ti, con todo lo necesario para disfrutar de una escapada de lujo en Sicilia.

Ubicada en la costa occidental de Sicilia, a pocos kilómetros de Palermo, Trapani es una animada ciudad portuaria desde donde podrás poner rumbo a las islas Egadas, que no están muy lejos. Sin embargo, la ciudad en sí misma tiene mucho que ofrecer, como un centro histórico lleno de encanto y un fantástico entorno natural. Los alquileres de lujo que te proponemos en Trapani tienen capacidad para entre 8 y 16 huéspedes, lo que los convierte en la base ideal para explorar Sicilia con familiares o amigos.